Las 3 Banderas en el pasado nacional

Las 3 Banderas en el pasado nacional

Por Carlos Ciappina

El logro de las tres banderas del peronismo tenía como sustrato y espacio territorial a la República Argentina. Era, para decirlo gráficamente, un proyecto acotado a nuestras fronteras nacionales. Aún era posible y pensable un proyecto nacional fuertemente autónomo, buscando un destino nacional “en paralelo” con el de otras naciones.


LA JUSTICIA SOCIAL se expresaba en una concepción que dejaba de lado las concepciones “de beneficencia” sobre la acción social, para institucionalizar a través de una legislación social derechos que partiendo del mundo laboral se extendieron paulatinamente a las mujeres, la infancia y la tercera edad.
Una aclaración importante y necesaria: las tres banderas originales no tenían la misma entidad. Una de las tres era más importante que las otras: independencia económica y soberanía política no eran un fin en si mismas: ambas eran las condiciones necesarias para alcanzar la justicia social, verdadero fin último de la acción del estado y sentido final de búsqueda de la realización individual y colectiva para todos los miembros de la sociedad.


En este pilar distintivo (alcanzar y sostener la justicia social como objetivo último al que se supeditan la economía y la política) radicó el carácter revolucionario del programa del primer peronismo y la fortaleza popular de ese proyecto.
Precisamente por ello, por su carácter de oposición a los sectores tradicionales del privilegio y la crítica implacable de instituciones y organizaciones que habían hecho un país elitista a “su imagen”, el primer peronismo no logró transmitir a los demás actores sociales nacionales “no oligárquicos” el emblema de las tres banderas como un “Proyecto Nacional” que los incluía o, mejor dicho, que podía incluirlos aún cuando no fueran peronistas.

INDEPENDENCIA ECONOMICA significaba lograr la industrialización nacional y el autoabastecimiento energético nacionalizando los rubros económicos claves en ese sentido y favoreciendo una industrialización sustitutiva con un rol interventor fuerte del estado.

La SOBERANIA POLÍTICA significaba recuperar  la toma de decisiones estratégicas de la nación desde y para la propia Nación sin tener que seguir necesariamente al poder hegemónico británico y, para la inmediata posguerra, norteamericano. Este carácter soberano de la política nacional tenía como correlato interno la ampliación de la participación política y la permanente apelación al voto como respaldo de las políticas públicas.

Fuente: “Las tres banderas” del peronismo: ¿una agenda para el siglo XXI?    de Carlos Ciappina