El autismo es un trastorno que afecta la comunicación, el lenguaje, el interés por otras personas y las relaciones sociales. En general, los padres son los primeros en detectar que algo pasa. Es cierto que siempre hay excepciones y padres primerizos que no tienen posibilidad de comparar con el desarrollo de otros hijos. Casi todos los expertos conceden gran importancia a estas primeras sospechas e intuiciones.

Aunque cada niño y niña es diferente, existen una serie de patrones comunes del desarrollo infantil que sirven de referencia a la hora de identificar posibles señales de alerta para la detección del trastorno del espectro del autismo (TEA). Se relacionan fundamentalmente con la adquisición de una serie de habilidades esperadas en torno a los 12, 18 y 24 meses de edad. 

Una alerta temprana en caso de autismo, permitirá que el niño o la niña pueda recibir tratamientos de estimulación del lenguaje, comunicación e integración sensorial, además de orientación a los padres.

Conviene tener en cuenta que: 

• las señales, de forma aislada, no implican que un niño o niña tenga TEA, pero sí hacen aconsejable una evaluación especializada que confirme o descarte el diagnóstico 
• no todas las señales se dan simultáneamente en todos los niños y niñas y que, en cualquier edad, se pueden presentar los signos establecidos en las etapas previas. 

A continuación, dejamos una serie de preguntas orientadoras que la ONG Programa Argentino para Niños, Adolescentes y Adultos con Condición del Espectro Autista (PAANACEA) pone a disposición de los padres en caso de sospecha de TEA: